En vista: encontramos un vino blanco ligero en copa, pálido y brillante.
En nariz: destacan los aromas a fruta de hueso, como los albaricoques y fruta blanca como la manzana Golden, y un punto tropical. También recuerda a la flor de almendro o melocotoneros.
En boca: destaca su complejidad, una acidez que le da mucha vida al vino, un paso ligero pero, pasados 10 segundos de su paso por boca, aún persiste.
Maridaje: debido a su acidez, nos da mucho juego, podríamos probarlo con quesos cremosos de cabra, foie, carne blanca con jugo, pasta fresca con quesos o un rissoto de setas.
