De color rojo‐ violáceo de intensidad media. En nariz, sorprende con multitud de matices frutales y florales entremezclados con un sutil fondo especiado fruto de su breve estancia en barrica. En boca su elegancia envuelve al paladar destacando su frescura natural, que le da vida y enriquece la experiencia y la expresividad de la fruta, dejando
un final largo que se prolonga y dispara las emociones que nos
evocan a los buenos momentos compartidos durante nuestros 120 años de vida.
